[BaekHun] El único

Desde que debutaron, se ha vuelta algo casi normal. Las primeras horas, los primeros días incluso, después de que EXO M se va a China, Sehun entra en una especie de mutismo, de desamparo, como si su vida no tuviera sentido. Extraña a Lu Han. Después se le pasa, se deja llevar por el ánimo del resto del grupo, por las sonrisas contagiosas de Chanyeol, por el carácter ligero de D.O. y Kai, y el aire casi paternal de Suho, se olvida y se ánima… Hasta que les dicen que volverán a juntarse los doce y se emociona, se ve con Lu Han y no quiere soltarlo, porque se acerca la despedida que lo regresará a ese momento de desamparo y reiniciará el círculo.

Baekhyun lo ha empezado a pensar como un patrón y ahora le resta importancia, aunque en un principio le dolía, le molestaba incluso. ¡Claro que él también extrañaba a EXO M cuando se iban! ¿Quién de ellos no? Pero él los extrañaba igual a todos, la preferencia marcada y obvia de Sehun por Lu Han… lo irritaba.

Un día se le había ocurrido decirlo en voz alta a Kyungsoo y, por supuesto, le había dicho que era entendible, no su irritación, sino que Sehun extrañara más a Lu Han.

“¿Pero por qué?” había sido la pregunta constante después de eso, la de Kyungsoo había sido una más atinada: “¿y por qué te molesta?”

De entrada se había hecho creer a así mismo que era porque no podían tener ese tipo de preferencias y que debían quererse todos igual, pero era obvio que esa era una justificación hipócrita, él mismo, si no estimaba más a unos que a otros, si extrañaba más a unos, simplemente porque su forma de interactuar con ellos era distinta.

Chanyeol extrañaba más a Kris, Kai extrañaba más a Luhan, él extrañaba especialmente a Tao, y seguro que Kyungsoo y Suho también tenían a alguien a quien extrañaban más que a los demás, pero ninguno de esos otros le molestaba…

Baekhyun se había pasado suficientes horas sin dormir tratando de descifrar la naturaleza de sus propias emociones, todo por la pregunta que Kyungsoo le había hecho y él no había sabido contestar, pero ahora sabía: Es porque es Sehun.

Luego de su pequeña epifanía, todo se volvió más claro, al menos después de la crisis inicial que supuso, de las muchas otras preguntas que trajo sobre sí mismo, sobre sus gustos, sobre… ¡todo!

Sí, no podía mentirse, ese pequeño detalle que había empezado con Sehun había sido como una pequeña bola de nieve que se las había arreglado para crecer y crecer justo detrás de sus pasos, lo había alcanzado y lo había arrollado con tremenda fuerza en su último encuentro con EXO M, en el primer abrazo del maknae con su hyung…

¿Tenía caso realmente sentirse así?

No, la verdad era que no. Ponerse depresivo, ansioso, celoso o lo que fuera, era tan inútil y patético como le parecía que había sido Sehun en otras ocasiones por Lu Han. Ahora lo entendía, pero no por eso iba a dejarse llevar por eso mismo.

Tenía muchos motivos para estar contento, quería disfrutar de ver a quienes eran su complemento y contra parte y lo había hecho. Lo había pasado muy bien, se había divertido, no podía arrepentirse de nada, salvo de mirar a veces en el momento preciso de algún abrazo, pero… Eso qué.

Se había animado incluso a hablar con Tao sobre todo lo que le había estado pasando, cuando le había parecido demasiado el contacto entre el otro par y no había podido más con la impotencia, con la sutil rabia y desesperación, y el menor había sabido entender, ni siquiera parecía asustado por su confesión sobre, aparentemente, ser gay.

Tao tenía sus propios secretos y cosas que decir, y él lo había escuchado también. Posiblemente esa había sido de las conversaciones más fructíferas que había tenido en los últimos días y, la verdad, cuando les dijeron que EXO M estaba listo para volver a China, se sintió también especialmente triste por saber que volvía a donde no podía hablar.

Tardó en reaccionar de que estaba, de vuelta, en esa parte del ciclo.

Y allí estaban, luego de despedirse de sus otros seis. La cena casi callada. Suho y Kyungsoo en la cocina, hablando de… algo. Chanyeol jugando con los cubiertos y haciéndolos a él y a Kai reír, sacándole sonrisitas a medias a Sehun. Luego cenar, luego ir a la cama.

Pero Baekhyun sabe que no va a poder dormir, y Chanyeol quizás también lo intuye, por lo que no lo presiona para entrar a la habitación justo después, pero tampoco lo espera. Está cansado, todos lo están, así que posiblemente la sala del dormitorio será sólo para él, o eso cree.

No se esperaba que, mientras miraba videos en la computadora, con el volumen bajísimo porque tampoco tenía ganas de ir a buscar sus audífonos, alguien fuera a llegar.

Cuando se abrió la puerta, él dio un salto y pensó, primero que nada, que era Suho quien saldría a pedirle, amable pero con ese tono de ligera severidad de padre, que fuera a la cama. Pero no, del mismo cuarto donde dormía Suho, salió Sehun, aparentemente tampoco esperando encontrarse con nadie, porque también saltó.

—Estás despierto todavía —hace notar, medio patéticamente y en voz baja, lo que es obvio.

Baekhyun sólo asiente con la cabeza una vez, y se quedan viendo en un silencio un poco incómodo. No se supone que ninguno de los dos esté despierto, mucho menos hablando, porque los demás no tienen la culpa de su insomnio.

—¿Tampoco puedes dormir? —se anima a preguntar el mayor de los dos, sólo para romper la tensión momentánea.

Sehun niega con la cabeza y Baekhyun, luego de verlo, vuelve la vista a la computadora, notando que el video que veía sigue corriendo, pero le resta importancia.

—Se siente solo cuando se van —se encuentra a sí mismo diciendo con algo de pena que no es usual en su voz.

Sehun entonces se acerca y se sienta en el piso, cerquita de la silla del mayor, y recarga su cabeza en el muslo de Baekhyun.

Hay una pausa en todo, al menos a la percepción del menos alto, antes de que se anime a acariciarle el cabello al menor, al mismo tiempo como arrullo, mimo e intento de consuelo.

—Lu Han hyung seguro está bien —lo dice, y se arrepiente al momento. Se muerde la lengua y se apresura a corregir cuando siente al menor alzar el rostro, seguramente confundido u ofendido por el comentario…

Pero su forma de arreglarlo, de intento de arreglo, es otro gran traspié y fracaso:

—Ah, quiero decir, no es ningún secreto que lo extrañas sobre todo a él —al menos el tono de ligera broma le ayuda a disimular lo nervioso que de pronto está y lo estúpido que se siente.

—Mmm…

Sehun recuerda de nuevo en su pierna su cabeza.

—Es cansado pensar tanto en él.

Baekhyun se sorprende de la declaración y, en un momento de idiotez, su cabeza se pregunta si no será el menor sonámbulo o algo por el estilo. Luego se golpea la frente mentalmente. Por supuesto que no.

—Tú eres afortunado por tener aquí a Chanyeol hyung.

Y el mayor no sabe cómo interpretar eso, el notorio… ¿acento? ¿ceceo? de Sehun lo distraen por un momento. Y es su turno de mirarlo sin entender a que se refiere.

—Ustedes tienen algo, ¿no? —continua luego de un considerable silencio por parte de Baekhyun.

—Somos amigos —responde demasiado rápido, pero también demasiado tranquilo… luego parece aclararse a sí mismo lo que Sehun puede estar pensando y abre bien los ojos. ¡Estúpido sueño que lo hace reaccionar estúpidamente!

—Pero… él te gusta, ¿no?

La pregunta, al menor, le sale tan natural, como si fuera algo tan claro, y a él lo espanta, le asusta de cierta forma que para Sehun sea tan obvia su preferencia sexual, porque no se supone que sean así las cosas. Lo pone ansiosos y por un momento, metido demasiado en sus pensamientos, lo primero que sabe preguntar es: —¿Por qué me preguntas eso?

Y su voz suena tan cargada de todo eso que está sintiendo que por un momento le dan ganas de llorar, de pura angustia, pero que se aguanta, como el chico que es. ¡Por que es un chico! Un chico del que no se debe asumir que le gustan otros chicos sólo porque… sí. Tao no habría sido capaz de decirle a nadie, ¿verdad? Oh, por favor, que no haya sido capaz…

—¿No? —ahora es también la voz de Sehun la que suena frágil, como perdida—. Perdón, pensé que…

Niega y apoya esa curvita que se hace entre la frente y la nariz contra el muslo del mayor.

—Pensé que no era el único… pero Tao, ¿Tao sí quiere así a Kris hyung?

La nota desesperada en su voz le hacía sentir mal, le hacía recordar ese momento antes de que él mismo hablara. La bola de nieve pasando sobre él…

—No me odies…

Fue la petición después de todo. “No me odies”, por la que Baekhyun no puedo más con sus propios sentimientos y pensamientos.

Le acaricia el cabello y le da un beso sobre él. La caricia deja de ser superficial y sus dedos se cuelan entre las hebras de cabello, las peinan suave y bajan por su cuello, casi hasta el inicio de la espalda, y el menor, aunque reacciona con un escalofrío, no se mueve más que por eso. La mano de Baekhyun pasa a su hombro y luego, si bien había estado hablando bajísimo, él baja más su voz a un susurro, un murmullo, para hablarle al oído:

—No eres el único… y no te odio. Muy por el contrario.

Sonríe, porque decirlo le libera de un peso que pensó, antes, sería aún peor al darle voz.

Sehun alza el rostro y Baekhyun le da un beso en la frente, luego de retirar el cabello que tiene allí, y el menor no se queja, sino que cierra los ojos y murmura algo sobre tener tanto de que hablar, tantas cosas que decir, encontrándole final a las frases siempre poco antes de terminarlas, por los besos en su rostro, en las mejillas, en el puente y punta de la nariz y tan, pero tan cerca de los labios.

—¿Qué debo hacer?

—Dejarme quererte…

—Pero…

—Sólo hasta que vuelvan. Después te entregaré a él de nuevo…

Silencio…

Luego el beso en la mejilla, pero que no viene de los labios del mayor, sino de los de Sehun.

—Quiérame, hyung.

Y la sonrisa, cómplice y juguetona de siempre reaparece en los labios de Baekhyun por la petición que bien podría sonar a orden en otro contexto.

—Ya te quiero…

La puerta se abre de nuevo, y esta vez si es Suho mandándolos a dormir, ignorante de lo que había pasado, demasiado dormido para sacar conclusiones, demasiado cansado para ponerse a averiguar.

Los dos le asienten con la cabeza y con eso el líder se conforma.

—No tarden —advierte antes de meterse a su cuarto de nuevo.

—No —le responden a unísono.

Sehun se pone de pie, sintiendo las piernas dormidas y, él mismo, con muchísimo sueño de pronto, está a punto de meterse al cuarto que comparte con Suho, cuando una voz, igualmente somnolienta, pero contenta, le llama:

—¿Mmh?

—Mañana, vayamos por té con tapioca.